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miércoles, 26 de mayo de 2010

La Boca, un barrio y miles de historias








La Boca es un barrio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Está situado en el límite sudeste de la ciudad. Su nombre se debe a que se ubica en la desembocadura del Riachuelo en el Río de la Plata. Entre otras razones, el barrio es conocido por albergar el estadio del club Boca Juniors.


Ubicación Geográfica

Está comprendido por las calles Regimiento de Patricios, Av. Martín García, Av. Paseo Colón, Brasil, la Dársena Sur y el Riachuelo. Limita con los barrios de Barracas al oeste, San Telmo al noroeste y Puerto Madero al noreste, y con las localidades de Dock Sud y Avellaneda al sur.

Historia

La zona donde actualmente se encuentra La Boca fue el lugar donde Pedro de Mendoza realizó la primera fundación de Buenos Aires en 1536. En épocas de la Colonia española La Boca era una zona de barracones para los esclavos negros. En el período independiente funcionaron allí saladeros (cobertizos en que se salaba la carne vacuna para la exportación) y curtiembres de cuero.
En la Boca se localizaba el principal puerto de Buenos Aires pero su poca profundidad no permitía navíos de gran calado y por eso, tras la propuesta de Eduardo Madero, el puerto se trasladó más al norte. Al ser la zona de mayor entrada de barcos, a finales del siglo XIX comenzó a ser habitado por inmigrantes italianos, principalmente genoveses, que le dieron su fisonomía actual. Los inmigrantes se agrupaban en Conventillos y pintaban sus casas con los sobrantes de pintura que traían los marineros, como la pintura no alcanzaba para pintar una casa de un mismo color, se utilizaron diversos colores para pintarlas.
Los conventillos eran construcciones de chapas con una gran cantidad de pequeñas habitaciones, donde se “acomodaba” cada familia, con una cocina y un baño compartido por todos los inquilinos que la habitaban. Siempre había un patio y balcones irregulares que fueron el ámbito donde se mezclaban y enriquecían las diferentes culturas en una interrelación que dio origen a una pintoresca versatilidad de personajes- como El bombero, la prostituta, el “cafishio”, el enano, el equilibrista o el borracho -, que son rescatados luego por el arte popular.
La Boca de 1870 tenía ya una fisonomía característica y en 1895 era la segunda sección de la Capital. Sobre una población de 38.000 habitantes, 17.000 eran argentinos, 14.000 italianos, 2.500 españoles y el resto de otras nacionalidades.
A los residentes de La Boca y por extensión a su equipo de fútbol, el popular Boca Juniors, se los conoce aún como Xeneizes (deformación de "zeneixi", es decir, genoveses, en su propio dialecto). Los inmigrantes construyeron casas de chapas de metal acanaladas, montadas muchas veces sobre pilotes o cimientos altos debido a las frecuentes inundaciones, y pintadas con colores brillantes.
Zona portuaria y proletaria, el mayor exponente artístico del barrio fue Benito Quinquela Martín, un pintor que reflejó las tareas del puerto y la vida cotidiana de su gente en estilo neoimpresionista. También el primer diputado socialista de América fue elegido por ese barrio en 1905, cuando votó a Alfredo Palacios para que los representara en el Congreso.

José Ceppi, alias Aníbal Latino, periodista porteño, en su libro "Argentinos y europeos. Cuadros sudamericanos" escribió:
Al sur de Buenos Aires, a seis o siete kilómetros del centro de la ciudad, a lo largo de la orilla de un pequeño río canalizado en cierta extensión y que se llama Riachuelo, extiéndese La Boca, un barrio o mejor dicho un suburbio vastísimo de la población. Está separado de la ciudad solo por una extensa faja de terreno poblada por algunas casas esparcidas: la comunicación es cómoda, fácil, rápida, continua, por tramway y por ferrocarril; y sin embargo tiene un carácter tan diferente, tan especial, que parece estar á cincuenta millas de distancia. Muchos, hasta en Buenos Aires, hablan de la Boca como si hablasen de otra ciudad, no de un barrio que está á dos pasos de la gran plaza.

La República de La Boca

En 1882 a raíz de un conflicto laboral que culminó con una huelga, un grupo de inmigrantes genoveses decidieron independizar a La Boca de la Argentina.
Firmaron un acta en la que informaron al Rey de Italia que habían constituido la "República Independiente de La Boca" y levantaron su bandera. El General Julio Argentino Roca, por entonces Presidente de la Nación, acudió en persona al lugar con el Ejército, quitando la bandera genovesa izada en un mástil y solucionó el conflicto.

En 1884, ante los frecuentes incendios de los conventillos, el barrio fue testigo de la creación del primer cuartel de bomberos voluntarios del país, entidad a la que se denominó Asociación Italiana de Socorros Mutuos Bomberos Voluntarios de La Boca, ubicada en la calle Brandsen, del barrio. También La Boca fue conocida y recordada por sus carnavales y sus comparsas como El Trapito, los Nenes de Suárez y Caboto, el Rosedal entre otros. Algunas versiones indican que los acordes de la Marcha Peronista fueron tomados de la marcha de El Rosedal.
La vecindad del Riachuelo es uno de los sectores de la ciudad más visitados por los turistas por estar muy vinculado a la mitología del tango. La Vuelta de Rocha, donde el Riachuelo hace una amplia curva, es uno de sus lugares más característicos, como Caminito, una callejuela inmortalizada por el tango del mismo nombre, de Juan de Dios Filiberto. Sin embargo, el autor de la letra del célebre tango (Gabino Coria Peñaloza) era riojano y los versos fueron inspirados en el paisaje de su provincia natal. Allí se venden pinturas, souveniers y artesanías. Los domingos hay parejas de tango que bailan sobre su empedrado. Se aprecian edificios de 2x2 metros construidos con chapa y cartón. La ribera fue convertida en paseo y una obra de ingeniería hidraúlica ha conjurado la maldición de las inundaciones. El estadio de Boca Juniors es considerado un monumento por los xeneizes. Llamado La Bombonera por sus gradas elevadas que le dan forma de caja, el espectáculo de un partido de fútbol resulta allí inolvidable por el reconocido fervor de los hinchas de Boca y su carnaval de luces de bengala, papeles de colores y bombas de estruendo.

La Boca y el tango

La música ciudadana ha retratado cientos de veces historias y realidades de este barrio porteño. Los inmigrantes (italianos en su mayoría) han sido protagonistas de muchas de ellas


CANZONETA

Letra: Enrique Lary - Música: Ema Suárez
Intérperete: Héctor Mauré

La Boca... Callejón... Vuelta de Rocha...
Bodegón... Genaro y su acordeón...

Canzoneta, gris de ausencia,
cruel malón de penas viejas
escondidas en las sombras del figón.
Dolor de vida... ¡Oh mamma mia!...
Tengo blanca la cabeza,
y yo siempre en esta mesa
aferrado a la tristeza del alcohol.

Cuando escucho "Oh sole mio"
"Senza mamma e senza amore",
siento un frío acá en el cuore,
que me llena de ansiedad...
Será el alma de mi mamma,
que dejé cuando era niño.
¡Llora, llora, Oh sole mio;
yo también quiero llorar!

La Boca... Callejón... Vuelta de Rocha...
Ya se van Genaro y su acordeón...

¡De mi ropa, qué me importa
si me mancho con las copas
que derramo en mi frenético temblor!
Soñé a Tarento en mil regresos,
pero sigo aquí, en la Boca,
donde lloro mis congojas
con el alma triste, rota, sin perdón.



LA CANTINA

Letra: Cátulo Castillo - Música: Aníbal Troilo
Intérperete: Héctor Mauré

Ha plateado la luna el Riachuelo
y hay un barco que vuelve del mar,
como un dulce pedazo de cielo
con un viejo puñado de sal.

Golondrina perdida en el viento,
por qué calle remota andará,
con un vaso de alcohol y de miedo
tras el vidrio empanado de un bar.

La cantina
llora siempre que te evoca
cuando toca, piano, piano,
su acordeón el italiano...
La cantina,
que es un poco de la vida
donde estabas escondida
tras el hueco de mi mano.
De mi mano
que te llama silenciosa,
mariposa que al volar,
me dejó sobre la boca, ¡sí!
su salado gusto a mar.

Se ha dormido entre jarcias la luna,
llora un tango su verso tristón,
y entre un poco de viento y espuma
llega el eco fatal de tu voz.

Tarantela del barco italiano
la cantina se ha puesto feliz,
pero siento que llora lejano
tu recuerdo vestido de gris.

domingo, 23 de mayo de 2010

Carmensa, un nombre insólito y el accionar de los bandidos rurales



A unos pocos kilómetros de la ciudad de General Alvear, la localidad de San Pedro de Atuel se levanta modesta y apacible. Los mapas y las rutas, sin embargo, la recuerdan como Carmensa, en memoria de los carteles que anunciaban a la empresa Carmen S.A. Por estos pagos, la traición de su compadre de antaño arrojó a una muerte trágica al legendario bandido rural Juan Bautista Bailoreto y su nombre resuena aún entre los jóvenes locales.

Fuente: Pueblos para contar (http://pueblosparacontar.blogspot.com)


NACIMIENTO DE SAN PEDRO DEL ATUEL

Don Pedro Christóphersen nacido en Noruega el 28 de mayo de 1845, llega a la República Argentina en 1866, arquitecto y pintor se dedica a la creación de edificios públicos y privados, templos, hospitales, etc. Desconforme con la tarea por él realizada, parte rumbo al oeste del país, luchando contra las adversidades.
Se fundó en el año 1914 el paraje denominado General Alvear, pero su asentamiento lo realiza a las 20 kms. al sur de ésta. Tierras incultas y campo virgen hacen que don Pedro Christóphersen comience la colonización del actual San Pedro del Atuel. Decidió llevar a cabo su idea, contrae enlace con la hija de Carlos María de Alvear, llamada Carmen Berta Ulrrica Yésica de Alvear y Dodero.
Construye un chalet (no existe en la actualidad) donde forma su hogar y dirige la administración, desde allí, de éstas tierras. Como primer paso realiza la división en pequeñas parcelas de 25 y 30 hectáreas para luego contando con la ayuda desinteresada del ingeniero Obe Book traza un plano aprovechándolos desniveles del terreno para poder llevar el agua del río Atuel a través de canales e hijuelas, a lo que es en la actualidad la Colonia San Pedro del Atuel.
Ya en 1920 y 1926 llegan los primeros pobladores italianos, suizos, españoles; pero en su mayoría ucranianos, acompañados de sus respectivas familias, con sus trajes típicos y costumbres. Vivían en chozas y algunos a la intemperie hasta que lograron por sus propios medios, con esfuerzo y decisión, la construcción de sus casas, muchas de las cuales aún existen.
Con la llegada del Ferrocarril comienza el auge de esta colonia pues se consigue una salida directa a la capital de nuestro país, accediendo a los grandes medios de consumo. Desde el levantamiento de las líneas férreas la Estación Terminal quedó intacta y desocupada trayendo como consecuencia el éxodo de jóvenes hacia nuevos horizontes.
Con la muerte de Pedro Christóphersen acaecida el 18 de agosto de 1930 se pierde un valor inteligente y desinteresado, pero su muerte lo sorprendió con la conciencia limpia y tranquila por todo lo que hizo por nuestro San Pedro del Atuel. En la actualidad este pueblo ha erigido un busto en la plazoleta que lleva su nombre, como así también una escuela primaria y la calle principal en honor a su memoria.

Juan Bautista Bairoletto

Juan Bautista Bairoletto (Cañada de Gómez, Santa Fe, Argentina 11 de noviembre de 1894 – † Carmensa, Mendoza, Argentina, 14 de septiembre de 1941), fue conocido bandido argentino hijo de inmigrantes italianos que llegaron a Argentina, nacido en la Provincia de Santa Fe, Bairoletto escapó de la justicia luego de matar al comisario de la ciudad de Eduardo Castex (Provincia de La Pampa), llamado Elias Farach, que lo hostigaba por pretender a la misma mujer.
A partir de este suceso inicia su vida de bandolero lo que generó una admiración popular que se fue incrementando con cada nueva acción y nuevo escape, como si con esa admiración el puestero pobre, el trabajador de manos callosas, la mujer laboriosa, se tomaran una pequeña revancha de la policía, (tan severa con los pobres como servil de los poderosos) a la que él ridiculizaba con su libertad.
Este bandido, ha sido conocido por robar a gente rica para dar a los pobres, quizá la razón por la cual se ganara su apodo de "Robin Hood Argentino" o el "Robin Hood Criollo" siendo un mito luego de su muerte. Falleció en un enfrentamiento contra la policia en el año 1941, en la localidad de Colonia San Pedro de Atuel (Carmensa) en la Provincia de Mendoza.
La vida de Bairoletto y otros personajes similares inspiró a Hugo Chumbita para escribir su ensayo "Jinetes Rebeldes, Historia del Bandolerismo social en Argentina" (Premio "Eduardo Mallea" 1999)
A su vez, fragmentos del texto de Chumbita fueron la base para la letra de la canción "Bandidos Rurales" escrita por León Gieco y musicalizada por Luis Gurevich


BANDIDOS RURALES
Letra: León Gieco - Música: Luis Gurevich

Nacido en Santa Fe en 1894,
cerca de Cañada, de inmigrantes italianos
Juan Bautista lo llamaron, de apellido Bairoletto
Bailarín sagaz, desafiante y mujeriego
Winchester en el recado, dos armas cortas también,
un cuchillo atrás y un caballo alazán
Raya al medio con pañuelo, tatuaje en la piel,
quedó fuera de la ley, quedó fuera de la ley

Se enamoró de una mujer que pretendía un policía
lo golpeó, lo puso preso un tal Farach Elías
Andate de Castex le dijo, aquí tenemos leyes
Corría el año 1919
Antes de irse, fue al boliche a verlo al fulano
Con un 450 belga, revólver en mano
Le agujereó el cuello y lo dejo tirado ahí
Ahora sí fuera de la ley, ahora sí fuera de la ley.

Bandidos rurales, difícil de atraparles
Jinetes rebeldes por vientos salvajes
Bandidos populares, difícil de atraparles
Igual que alambrar estrellas en tierra de nadie

Por el mismo tiempo hubo otro bandolero
Por hurtos y vagancia, 19 veces preso
Al penal de Resistencia lo extradita el Paraguay
Allí conoce a Zamacola y Rossi por el 26
1897 en Monteros, Tucumán,
el día 3 de marzo lo dan por bien nacido
Segundo David Peralta, alias Mate Cocido,
también fuera de la ley, también fuera de la ley

Entre Campo Largo y Pampa del Infierno
el pagador de Bunge y Born le da 6000 por no ser muerto
Gran asalto al tren del Chaco, monte de Saenz Peña,
Anderson y Clayton firma algodonera
45.000 a Dreyfus le sacaron sin violencia
El gerente Ward de Quebrachales 13.000 le entrega
Secuestro a Negroni, Garbarini y Berzon
Resistió fuera de la ley, resistió fuera de la ley

Bandidos rurales, difícil de atraparles
Jinetes rebeldes por vientos salvajes
Bandidos populares, difícil de atraparles
Igual que alambrar estrellas en tierra de nadie

Bairoletto cae en Colonia San Pedro de Atuel,
el ultimo balazo se lo pega él
El Ñato Vicente Gascón, gallego de 62,
con su vida en Pico pagó aquella traición
Sol, arena y soledad, cementerio de Alvear,
en su tumba hay flores, velas y placas de metal
El ultimo romántico lo llora Telma, su mujer,
muere fuera de la ley, muere fuera de la ley

No sabrán de mí, no entregaré mi cuerpo herido,
Quitilipi, Machagay, ¿donde está Mate Cocido?
Corría el 36 y lo quieren vivo o muerto
2.000 de recompensa, se callan los hacheros
Logró romper el cerco de un tal Cáceres torturador
de Gendarmería que tenía información
Herminia y Ramona dudan que lo hayan matado
a éste fuera de la ley, a éste fuera de la ley

Bandidos rurales, difícil de atraparles
Jinetes rebeldes por vientos salvajes
Bandidos populares, difícil de atraparles
Igual que alambrar estrellas en tierra de nadie

En un lugar neutral, creo que por Buenos Aires,
se conocen dos hermanos de este barro, de esta sangre,
y dejan un pedazo del pasado aquí sellado
y deciden golpear al que se roba el quebrachal
Por eso las dos bandas cerquita de Cote Lai
mataron a un tal Mieres, mayordomo de La Forestal
Se rompió el silencio en balas, robo que no pudo ser
Dos fuera de la ley, dos fuera de la ley

Martina Chapanai, bandolera de San Juan,
Juan Cuello, Juan Moreira, Gato Moro y Brunel,
El Tigre de Quequén, Guayama el Manco Frías,
Barrientos y Velázquez, Cardoso y Cubillas,
Gaucho Gil, José Dolores, Gaucho Lega y Alarcón,
bandidos populares de leyenda y corazón
Queridos por anarcos, pobres y pupilas de burdel
Todos fuera de la ley, todos fuera de la ley

Bandidos rurales, difícil de atraparles
Jinetes rebeldes por vientos salvajes
Bandidos populares, difícil de atraparles
Igual que alambrar estrellas en tierra de nadie.

Villa 25 de Mayo




La Villa 25 de Mayo fue fundada el 2 de Abril de 1805 por disposición de las autoridades coloniales y la venia del Virrey Rafael de Sobremonte, un fuerte o baluarte cuyo enclave es la margen Norte del Río Diamante, para salvaguardar a la ciudad de Mendoza, del acoso de malones que desde el Sur, que se dirigían para saquear toda la ciudad.
Es por este motivo que los gobernadores de aquella época, mandaron a realizar una serie de defensas que pudieran detener estos avances, con lo que llevaron a cabo una serie de fuertes, ubicados en San Carlos, los cuales fueron erigidos en mal lugar ya que no cumplían ninguna función, y en San Rafael, cuya primera fundación según algunos historiadores estaría ubicado en la zona del Negro Quemado, en las confluencias del Río Diamante y el Atuel, posteriormente se trasladó hacia el Oeste en donde las márgenes del Río Diamante fueron abruptas, eligiéndose el actual lugar.
Desde este sitio formaron y obtuvieron dos puntos para observar y anticipar la venida de malones, como son los del Cerro Bola y la Guardia, de donde podían ver el arrimo de los aborígenes con varias horas de anticipación, informando mediante señales de humo en el día y fuego en horas de la noche.
El fuerte dejó de funcionar como tal durante la gobernación nacional de Julio Argentino Roca, ya que desde éste se emprendió la Campaña al Desierto.
En esta instalación se contaba con una capilla, sala de oficiales, polvorín, caballerizas, barracas para los soldados; de unas dimensiones muy particulares, ya que permitían recorrer por sobre las murallas a caballo. En los alrededores, se asentaron los colonos venidos de diferentes lugres, y que algunas casas todavía se conservan, y que a la llegada de los malones, se refugiaban en su interior. En los alrededores, existía una gran cantidad de aguariguay en donde se llevaba registrado todas las fechas de arrimo de malones, los cuales fueron arrancados en el aluvión de 1.900, donde el río Salado arrasó con toda esta parte de historia.
El día 2 de Octubre de 1.903, la Legislatura Provincial convierte en ley el proyecto del Poder Ejecutivo Provincial, en donde se pedía el traslado de las autoridades y organismos públicos de la Villa 25 de Mayo a la Colonia Francesa, convirtiendo de esa manera a la Colonia Francesa como cabecera del departamento. Por cuánto los fundamentos y la sanción de la citada ley. Esta, en su espíritu y en su letra real reza: "Ley 262. Fijando como cabecera del departamento de San Rafael al Distrito denominado Colonia Francesa. Mendoza, Octubre de 1903. Por cuánto: El Senado y la Cámara de Diputados de la Provincia de Mendoza, sancionaron con fuerza de ley, Artículo 1º) Queda fijado como cabecera del departamento de San Rafael, el distrito denominado Colonia Francesa, en el perímetro comprendido entre el Río Diamante por el Sur, por el Norte una línea que pasará a 5 Km. De dicho río; por el Este, el canal Pavéz y por el Oeste el canal Toledano...".
Hoy la Villa 25 de Mayo es paso obligado de todo turista que visita el sur de la provincia de Mendoza.

sábado, 22 de mayo de 2010

Río Negro (Los Lagos, Osorno, Chile)






Río Negro, comuna ubicada en la Provincia de Osorno, en la X Región de Los Lagos, Chile. A 36 km al sur de Osorno y 7 km de la Ruta 5 Sur. Su capital comunal es el centro urbano de Río Negro.
La comuna limita al Norte con Osorno, San Juan de la Costa, al Este con Puerto Octay, al Oeste con el Océano Pacífico, caleta Huellelhue, y al Sur con Purranque.
Integra junto con las comunas de Puyehue, Puerto Octay, Purranque, Fresia, Frutillar, Llanquihue, Puerto Varas y Los Muermos el Distrito Electoral N° 56 y pertenece a la 17ª Circunscripción Senatorial (Los Lagos).
Tiene una superficie de 1.266 Km² y una población de 14.732 habitantes (7.204 mujeres y 7.528 hombres según censo 2002).

Historia

En el siglo XIX la comuna era un gran fundo situado entre Chahuilco y Purranque, llamado Curileufu por los indígenas (curi: negro, leufu: río). Fue fundada en terrenos donados por don José Miguel Alderete, el año 1896. Los primeros habitantes fueron nativos huilliches de la zona. El nombre de la comuna proviene del nombre del Río Negro, río que atraviesa esta comuna.
En tiempos pasados adquirió gran importancia por concentrar gran parte de la actividad industrial, ganadera, agrícola y cultural.
Entre otras características la comuna fue Departamento, perdiéndose este con el terremoto del año 1960, cuando un sismo de grandes magnitudes destruyó el edificio de la Gobernación.
Rio Negro posee una geografía atractiva para quien la visita, es así como la folclorista nacional Clara Solovera creara una tonada describiendo a la ciudad, como ella la veía a principios de la década del 1960….. “que linda tu primavera con tus manzanos floridos, y el campo copiando al cielo en el azul de tus linos….” Y cuando hablaba que el campo copiaba al cielo se refería que al mirar el horizonte la vista se confundía entre el azul del lino y el azul de los cielos del sur, eran tan grandes las extensiones de plantación de lino que se perdía la vista a lo lejos.

Micaela Cascallares



Seguimos presentando imágenes de algunos pequeños pueblos intentando rescatarlos del olvido y la soledad profundizada desde el desguace de la vías ferroviarias en tiempos de la infamia menemista.
Micaela Cascallares es un pueblo rural que se localiza a 22 km al sudoeste de la ciudad de Tres Arroyos en la provincia de Buenos Aires, sobre la traza del ferrocarril, y a pocas cuadras de la Ruta Nacional 3 desde donde se divisan los silos de la localidad.
En la actualidad se estima que posee unos 600 habitantes.

Reseña Histórica

El nombre del pueblo es un homenaje a la memoria de la madre del gobernador de la provincia Máximo Paz.
Se considera como fecha de fundación el 23 de julio de 1889 cuando el agrimensor Rivera realizó la mensura del pueblo, tras la aprobación y firma del decreto por el gobernador de la provincia Máximo Paz y el ministro de Gobierno, Manuel B Gonnet. Esta acción tuvo su origen en diciembre de 1888 cuando Benjamín del Castillo adquirió una superficie de 20.936 ha a Ignacio Imaz procediendo a la subdivisión de las tierras en 380 chacras e impulsando el trazado del pueblo.

Situación actual y evolución

En el área urbana en 1991 vivían 674 personas, 108 menos que en 1980 observándose un proceso de éxodo de población común a la mayoría de las localidades del interior del partido. Un censo realizado en 1999 muestra la profundización de este proceso, arrojando una cifra de 562 habitantes, un 16,6% menos que en 1991, lo que implica una tasa de crecimiento poblacional negativa, lo que muestra el agudo proceso de despoblamiento que sufre la localidad con más de un 20% de viviendas desocupadas. Se estima que en la década del ´50 el pueblo contaba con unos 1500 habitantes.
La planta urbana está dividida en dos sectores por el ferrocarril que vincula las ciudades de Tres Arroyos y Bahía Blanca. Tiene una disponibilidad del 26% de parcelas vacantes, es decir que se halla más ocupada que las otras localidades del Partido.
Se plantea como un gran problema la falta de una red de gas, lo que dificulta la calefacción en invierno debido a los altos costos de la leña, el kerosén y las garrafas. En los próximos meses se dará inicio a las obras de la red de agua corriente, en reemplazo de los pozos individuales que toman agua subterránea contaminada con arsénico debido al uso de agroquímicos en los campos.
Entre todos los pueblos del distrito de Tres Arroyos, Micaela Cascallares es el mejor ubicado: está sobre la Ruta, tiene acceso pavimentado y es el más cercano a la ciudad cabecera. Además cuenta con una Cooperativa Agrícola de gran empuje, que genera 70 empleos. Estas condiciones, que en principio parecieran ser favorables respecto de los otros, parecen volverse en contra ya que se presume que es el pueblo que sufre el proceso de despoblamiento más acelerado.


Una bella canción que se hace realidad en Micaela Cascallares como en cientos de pueblitos argentinos


DE LOS PEQUEÑOS PUEBLOS

Letra: Teresa Parodi - Música: Enrique Llopis

Mirando el cielo,
el anciano piensa todos se han ido,
y este pueblito que en otros tiempos fuera un vergel,
no tiene más aquella alegría de los domingos,
quien sabe donde se la ha llevado el último tren.

La vida pasa sin detenerse, por el camino,
es tan distinto esperar ahora el atardecer,
se acuerda de antes cuando se iba con los amigos,
a ver las niñas engalanadas en el andén.

Ay, es tan cierto su recuerdo,
que hasta cree oír de pronto
que a lo lejos vuelve el tren,
La calesita dando vueltas
y sus hijos festejando de la mano de Raquel.

El tren traía, pero llevaba también la vida,
por eso entera se fue la vida con ese tren,
que aquella tarde pasó de largo,
dejando a todos engalanados
y sin visitas en el andén.

Las vías corren hoy silenciosas y sin destino,
la campanita no canta más al atardecer,
el pueblo ahora parece un niño que se ha perdido,
huérfano y triste, de soledad va muriéndose.

Ay, lo despierta suavemente,
con un beso breve y manso,
la ternura de Raquel.
Ay, deja el banco de la plaza
y de su brazo vuelve a casa,
ya ha empezado a anochecer.

La vida pasa sin detenerse por el camino.

domingo, 2 de mayo de 2010

Epuyén





40 Kilómetros hacia el Sur de El Bolsón, en el departamento chubutense de Cushamen, siempre por el corredor que es la ruta 258, se encuentra Epuyén, con valles prodigiosos, regados por varios arroyos que fertilizan y dan vida a magníficos bosques de cipreses, maitenes y coihues. Al bosque natural se agrega la forestación llevada a cabo para preservarlo de la depredación, ya que en la zona se explota la riqueza maderera, que constituye una importante fuente de trabajo a través de los aserraderos.
Epuyén forma, junto con El Hoyo, Lago Puelo, Cholila y Golondrina, una comarca de terreno muy irregular, con valles, mesetas y pampas.
La zona ha sido polo de atracción de personas bohemias de todas las latitudes, como los hippies de la década del 60, amantes de la naturaleza y la vida al aire libre, que obtienen su subsistencia cultivando sus propios alimentos y confeccionando artesanías que luego venden en lugares públicos destinados a tal fin.
Durante el mes de febrero tiene lugar en Epuyén el Encuentro de Artesanos, amenizado por conjuntos regionales, donde se exponen y venden las artesanías y como broche del encuentro se elige al Maestro Artesano del Año.

El Lago Epuyén es de origen glaciario, tiene una superficie aproximada de 1.740 hectáreas y ocupa un angosto valle orientado de oeste a este. Pertenece a la cuenca del Río Puelo, ya que el río Epuyén, que lo desagua, desemboca en el Lago Puelo, que a su vez desagua por el río del mismo nombre. Éste desemboca en el océano Pacífico, en territorio chileno.
Los visitantes encuentran en sus costas la posibilidad de turismo recreativo, hermosos paisajes y pesca deportiva de salmónidos.
Está rodeado de hermosos paisajes de bosques de coihues y otras fagáceas. Sus costas no están protegidas por parques nacionales, como muchos de los lagos de la zona, pero en su mayor parte pertenecen a parques y áreas protegidas dependientes del gobierno provincial del Chubut.
En las fotografías de la zona del lago, pueden apreciarse todavía las consecuencias del desvastador incendio que en enero de 1987 destruyó miles de hectáreas de bosque nativo.


Abelardo Epuyén González

Uno de los primeros cantores de la Patagonia cuya obra trascendió más allá de las fronteras regionales.
Su canción "Cazando jabalí" ya era reconocida en la década de los '60.
Fue un personaje controvertido que tuvo una vida azarosa.
Christian Valls nos cuenta algunos episodios en una nota publicada en el sitio escritores42.blogspot.com

Recuerdos Patagónicos
Personajes: Don Abelardo Epuyén González

Fue Don Abelardo Epuyén González, paisano criollazo nacido en el lugar que dio origen a su segundo nombre.
Vivía con su madre en las cercanías de Tufí Breide.
Tenía algo de hacienda y se rebuscaba la vida haciendo absolutamente todo lo que hace un hombre de campo por aquellas latitudes, no muy distinto a lo de cualquier paisano de nuestra querida Patria: desde alambrar, arriar hacienda, sembrar, cosechar, y sobre todo guapear. Guapearle a la vida. A la dura vida patagónica, esa particularmente más brava que la del resto de nuestro territorio.
Era don Abelardo Epuyén hombrazo grandote, rubión. Ojos claros, bien gringo. De enormes y curtidas manos que no eran impedimento a la hora de pulsar su guitarra. Pocas veces creo haber escuchado música más hermosa, sentida y armoniosa salida de ese tipo de instrumento. Que me perdonen el resto: no escribo esto en forma emotiva sino absolutamente racional. Desde la Marcha de San Lorenzo, pasando por el tango “María”, chacareras, zambas y por supuesto...la música surera que él mismo componía. Como guitarrero, de los mejores que he escuchado. Y que voz... O más bien vozarrón, profundo y melodioso. De los que no necesitan altavoces.
Estuvo un tiempo viviendo y trabajando en el campo de Cafrune,en la provincia de Buenos Aires. Pero Abelardo no se llevó muy bien con él. Tal vez sus dimensiones eran muy parejas y ninguno de los dos estaba como para relegar el primer puesto...
Luego y en uno de sus viajes a Buenos Aires relacionado con un tema de salud de su hijo adolescente, lo acompañé a visitar a Horacio Guarany, quien lo apreciaba y como siempre hizo ese buen criollo ayudó a Epuyén a relacionarse con la firma grabadora.
En otra oportunidad, me contó que habiendo viajado a Buenos Aires para resolver no se que tema sucesorio de su campito, dejó sola a su querida madre.
Vivían en su tierra unos mapuches, con los que él mucho no congeniaba: las diferencias culturales no se lo permitían. Sabemos que los indios patagónicos son muy afectos a comer carne de caballo. Me decía Epuyén que le causaban repugnancia porque “jedían a yeguarizo” de tanto carnear y comer caballos, generalmente ajenos... Y que él no podía echarlos de su campo porque la ley los protegía. Que si no...
Volvió Abelardo de Buenos Aires y por más que buscó, su caballo preferido...ya no estaba. Pronto supo lo que le pasó a su equino... En esas pequeñas comunidades nada se oculta por mucho tiempo.
Así las cosas, una noche Abelardo iba para el aserradero de de Rasti, donde había un despacho de bebida para los peones, y pa´los de afuera también. El acceso al “boliche” era un largo y estrecho sendero entre empalizadas, orillando al lago Epuyén. Y allí Abelardo, de a caballo, se topó de frente con el otro jinete: el caciquejo mapuche que le había carneado el caballo. Usaba Epuyén una “guacha” o talero de fuerte mango con virola de plata...y relleno de plomo. Tomado por la lonja de cuero crudo, era un arma mortal en mano de aquel brazo poderoso del paisano trabajador.
Fue un solo talerazo “entre medio de las guampas” tal cual me contó Abelardo, y el indio cayó redondo...
Abelardo llegó al boliche de de Rasti y unas cuantas ginebras después volvió para su casa. Y oh! sorpresa: el mapuche no estaba...

Abelardo Epuyén, Aún laten en mis oídos aquellas, tus coplas:

“En mi vida peregrina
salí del Neuquén.
Por la costa de los lagos
Llegué hasta la playa del Lago Epuyén.

Agüita clara en su orilla
sabía despertar
Y el alba me sorprendía
contemplando el ancho
verdor forestal..."

O la de “Perrito blanco”:

“Vámonos perrito blanco
al chancho hay que vencer
debe ser verraco grande,
y colmilludo tal vez...

En aquel cohiual tupido,
El chancho debe dormir
Y si se ha ido más lejos
Igual lo hemos de seguir...

Sígalo, sígalo..."

Y Abelardo sabía bien sobre lo que componía.
Porque es difícil afirmar quién fue mejor jabalicero: si Tufí Breide o Abelardo Epuyén. Aunque puedo decir que Tufí lo era por necesidad de defender su hacienda, en una loma más arriba y vulnerable a los cuadrúpedos que la de González. Y que éste lo era más por lucimiento de su destreza criolla. Pero de que ambos fueron buenos, doy fe.
Y tantas otras coplas y canciones lugareñas que hoy recuerdo...
Dice un antiguo refrán: “Pinta tu poblado Y habrás pintado al Mundo...”
Y bien que pintó don Abelardo aquel su pago cordillerano con su brocha maestra –la guitarra-
Pasaron muchos años. Volví por los noventa y tantos. Y entonces me contaron que en trágica noche saliendo de un boliche del Bolsón, Abelardo discutió fiero con otro paisano, ambos pasados de copas. Y allí nomás lo ensartó con su daga.
Policía, Bariloche, prisión...
Un día en su celda, Epuyén quiso hartarse de capón y consiguió que un guardia le trajese uno. Lo guisó y convidó a todos. Se dió el gran atracón. Y su corazón no aguantó...
Y el alma de aquel guitarrero, surero de ley volvió a ser libre.
Y no quisiera terminar esta sencilla semblanza sin recordar sus versos, homenaje a las aguas cantarinas de los arroyos de nuestra Cordillera.
Con su permiso, Don Abelardo Epuyén, que ahí vamos:

Arroyo de mi pago
de agüita clara
que la lluvia y la greda
la vuelven baya.

Que perduren las nieves
que te alimentan
temo que si te faltan
me olvide ella...

Patagonia, Madre surera de nuestra Patria, Por ser madre, no creo que vos olvides a tus hijos. Y Don Abelardo Epuyén fue uno de ellos.

Christian Valls
Noviembre del 2005