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lunes, 23 de marzo de 2009

Fuerte Barragán








Este sitio, a orillas del río de la Plata, entre Ensenada y Punta Lara fue testigo de momentos trascendentales de la historia argentina

HISTORIA

Fuente: Página web de la Municipalidad de Ensenada (http://www.ensenada.gov.ar)

El Fuerte Barragán constituye el primer mojón de la comarca en jurisdicción en jurisdicción del entonces Pago de la Magdalena, las causas de su erección la encontramos en el activo comercio ilícito que se desarrolló en el Río de La Plata, prácticamente desde sus orígenes y que alcanzó grandes proporciones a partir de 1680, fecha en la que los portugueses se situaron río de por medio frente a Buenos Aires, fundando y fortificando Colonia del Sacramento que fue el centro de contrabando organizado.
En 1713 el tratado de Utreeh puso fin a la guerra por la sucesión de la corona que se inició a la muerte de Carlos II, el Hechizado, dando autorización a los ingleses para introducir esclavos quienes junto a los portugueses organizaron metódicamente el contrabando con Buenos Aires. El epicentro de este intenso tráfico ilegal fue - como quedó dicho - la Colonia de Sacramento.
Ante esta situación el Gobierno de España se vio obligado a intervenir y encomendó al Gobernador de Buenos Aires, don Bruno Mauricio de Zabala, a frenar esta actividad, Zabala realizó importantes capturas y decomisos de mercaderías, a la vez, que ordenó al piloto y práctico del Río de La Plata, don Juan Antonio Guerrero el reconocimiento del río. El Piloto recorrió la costa sur del mismo y entró en el puerto y bahía de la Ensenada, reconociendo los canales del Santiago y del Zanjón en el año 1727.
Ya por ese entonces la zona era frecuentada por embarcaciones de contrabandistas que la habían elegido como punto propicio para llevar a acabo sus actividades ilícitas además de las facilidades que encontraban para aprovisionarse de carne vacuna, tasajo, madera y leña. El ingeniero Domingo Petrarca junto con Zabala, Guerrero, y el piloto Pedro Navarro recorre y sondea la costa desde lo que hoy es Berisso hasta Punta Lara, expedición dio por resultado la carta que presentó en mayo de 1730 donde señala la conveniencia de levantar una batería.
En base a esta carta y al informe de Guerrero el Gobernador envía el 5 de junio de 1730 una comunicación al rey haciéndole conocer algunas características de la Ensenada de Barragán y manifestando su convicción que con la instalación de una sola batería colocada a la entrada de la Ensenada y frente al canal donde los buques se acercan a tierra, la defensa del lugar estaba asegurada; este dispositivo de seguridad no sólo estaba destinado a frenar el contrabando sino que serviría de defensa ante cualquier desembarco enemigo que quisiera apoderarse de Buenos Aires.
Es así que por orden de Zabala se emplaza en 1731 el Fuerte, sus baterías fueron construídas con tepes (panes de barro o adobe crudos) circundadas por una muralla de adobe cocidos.
En 1736 existía una batería principal de diez cañones denominada Santiago o del Piloto que se complementaba con otras dos baterías subordinadas al Fuerte, ambas dirigidas al sur y conocidas con los nombres de San José y San Bruno.
En 1753 se encara la construcción de nuevas baterías al reavivarse la cuestión de la Colonia del Sacramento, sin embargo en 1761 el Ingeniero Juan Francisco Sobrecasas encuentra las baterías arruinadas por una crecida del río y levanta por orden del Virrey Pedro de Cevallos los baterías Grande o San Francisco y Chica o San Vicente, para seis y dos cañones respectivamente, habilitadas con almacén de pólvora y cuartel a fines de 1762.
Entre mayo y septiembre de 1765 el ingeniero francés Howel recondiciona las baterías Grande y Chica y ese mismo año levanta en Punta Lara la batería Nueva con cuatro cañones, pero las crecientes del río de 1769 la dañaron; reparada, fue destruida totalmente por la creciente de 1770.
El río nuevamente protagonista origina que a fines de 1775 el Virrey Vértiz levante nuevamente el Fuerte construyendo una batería única de ocho cañones llamada Santa Bárbara. El complejo lo completaba el almacén general y de pólvora, construídos con ladrillos de tejas y cuarteles, cocina y la nueva comandancia (donde se alojan las salas del Museo del Fuerte).
Los acontecimientos que se tradujeron en la independencia de los Estados Unidos contaron con la solidaridad de España y Francia, motivando que Vértiz ordenara un mejor alistamiento de las fortalezas del Virreinato. Bajo la dirección del ingeniero Joaquín Antonio de Mosquera se rehabilitan las baterías de grueso calibre y al frente de las mismas designa un oficial acompañado por los cuerpos de Blandengues, milicias y artilleros para impedir un desembarco o defender al puerto en caso de ataque.
Al mismo tiempo se levantan puestos de observación en Atalaya, Punta Lara y Quilmes, para dar aviso en la eventualidad de producirse la entrada de alguna expedición al río.
Las frecuentes crecidas del río de 1782 y 1789 resolvieron al Virrey Loreto a reconstruir el Fuerte. La construcción se lleva a acabo bajo la dirección del Capitán de Artillería, Francisco Javier Reyna, realizando la mano de obra los indios traídos exprofeso de las misiones, Estos indios eran hábiles obreros, albañiles inteligentes habituados a construir edificios y casi todos los reductos, fuertes, templos etc., fueron erigidos por ellos y dirigidos por ingenieros españoles.
En enero de 1801 durante el virreinato del Marqués de Avilés se concluye la batería a la que se denomina Nuestra señora de las Mercedes.
A partir de 1805 con la caída de España ante Inglaterra en la batalla de Trafalgar, comienza al decadencia del poderío. español e Inglaterra mira con avidez sus posesiones de ultramar. Ante esta situación la guarnición de la batería fue aumentada con artilleros adscribiéndose a su defensa exterior un destacamento de blandengues y milicias de caballería.
En mayo de 1806 Santiago de Liniers es enviado por el Virrey Sobremonte para hacerse cargo del Fuerte con la presunción que las costas de la Ensenada iban a ser escenario de algún desembarco de los invasores ingleses. Un mes después la escuadra inglesa aparece en el Río de la Plata realizando maniobras frente a Punta Lara, la férrea resistencia puesta hace retroceder a los ingleses quienes finalmente desembarcan en Quilmes.
Afines de ese mismo año Liniers ordena desmantelar la Batería de la Ensenada y ya desguarnecida, en junio de 1807, Witerlocke desembarca con sus fuerzas para marchar a Buenos Aires. En el Fuerte dejó un destacamento de infantería encargado de instalar un hospital de sangre que no se llegó a utilizar.
A partir de este acontecimiento el Fuerte sufre variada suerte; algunas veces es abandonado y expuesto a la fuerza de la naturaleza y otras es conservada y mejorada siendo testigo de numerosos hechos.
En 1825 se encarga ala ingeniero Bevan refaccionar la batería Nuestra Señora de las Mercedes tarea que se lleva a cabo en medio de una conflictiva situación que tenía origen en la anexión de la Banda Oriental al Imperio brasileño.
El 8 de abril de 1827 - ya desatada la lucha - una de las piezas debe intervenir en la última batalla de la guerra con el Brasil, la de Monte Santiago, en la que el Almirante Guillermo Brown herido en la pelea salva con honor la suerte de las armas navales argentinas.
Terminada la campaña, el Fuerte aloja a los prisioneros traídos por Alvear, que durante su cautiverio construyen el Camino Blanco que une Ensenada con La Plata.
El bloqueo francés de 1835 determinó que nuevamente se dotara a la guarnición Fuerte Barragán de cuatrocientos hombres para hacer frente al invasor.
Durante 1844 la escuadra anglofrancesa que supone que los cañones han sido trasladados por Rosas a Martín García, entra impunemente a la Ensenada e incendia nueve buques, a raíz de ello se dispone un nuevo emplazamiento de artillería, tarea encomendada al Coronel de Marina Juan María Pinedo.
En 1855 el ingeniero Pedo Benoit es mandado por el gobierno para reconstruir el Fuerte con el objeto de instalar allí un lazareto que aloje a los pasajeros provenientes de Montevideo que se ponían en cuarentena a causa de la epidemia de fiebre amarilla que azotaba a esa ciudad.
Ya en este siglo la Armada Argentina se hace cargo de la custodia de sus ruinas y en 1916 crea en los terrenos que rodean al Fuerte el puesto de aeronavegación y la Escuela de Aviación Naval, luego esta escuela se transforma en el Destacamento de Aeronavegación para prácticas de vuelo.
En la década del 40 se lo declara Museo Histórico y finalmente en 1969 se dispone transformarlo en Museo Naval, dependiente del municipio de Ensenada, al que pasó al regresar el gobierno constitucional.
Por una disposición del año 1942 el Fuerte de Barragán es designado Monumento Histórico Nacional, como lo recuerda el monolito erigido en el camino de acceso ejecutado por el artista Atilio Boveri. Asimismo, en 1992 por Ley 11.242 fue declarado Monumento Histórico Provincial.

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