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miércoles, 27 de enero de 2010

Lonquimay




Cuando uno recorre grandes distancias en automóvil va dejando atrás infinidad de pequeños pueblos que para el viajero son apenas nombres en un cartel.
Nos hemos propuesto entrar para fotografiar por lo menos a uno de ellos en cada salida, para sumar a estas "Postales de este lado del mundo" las de los lugares más pequeños y olvidados.
Comenzamos con Lonquimay, en la provincia de La Pampa.


Algunos datos

Fuente: "Soy de Toay"
http://www.soydetoay.com.ar/index.html

En terrenos de llanura del Este pampeano, se halla el pueblo de Lonquimay. Conocidas lagunas y algún médano rompen la continuidad de la extensa pampa. Fundado en vísperas de invierno -19 de junio de 1905- se ubica en la pampa húmeda y su media histórica de lluvias se aproxima a los 700 milímetros anuales. De una recopilación efectuada en la localidad y facilitada por el municipio, se obtuvieron datos de este pueblo y la vida de sus campos. Allí se escribe que "... en esta zona, de acuerdo a las lluvias y a la temperatura, se determina una pradera herbácea donde el agricultor tiene campo de producción con excelentes resultados en las cosechas de trigo, girasol, alfalfa, centeno y la ganadería tiene su gran desarrollo", agregando un apunte especial para el caldén, árbol típico de La Pampa. Cómo nació la localidad Como referencias a la fundación, se tiene que Suffern y Berro adquirieron las tierras a la familia Madero, de la cual Francisco Madero fue vicepresidente de la República durante la primera presidencia de Julio A. Roca. Los adquirentes fraccionaron el suelo y crearon Colonia Quintana (el campo) y Pueblo Quintana (la localidad), donde se ocuparon asimismo del trazado y venta de predios. Si bien el nombre definitivo sería más tarde Lonquimay, primero se acordó aquella nominación en honor al presidente argentino de entonces, Manuel Quintana, cuyo apellido se perpetúa a través de la plaza principal. Otra documentación, sin embargo, adjudica la fundación al propio Francisco Madero, con lo que coincide el recuerdo de antiguos habitantes de esta población, que de esa manera se incorporaba a la vida del departamento Catriló, donde años atrás se habían fundado los pueblos de Uriburu y Catriló. Sobre la acepción "Lonquimay", hay numerosas versiones. En general se coincide con "Ion-co": "cabeza", y "man" o "may": "suerte", pero refiriéndose a cabeza de la tribu, al cacique, o sea, "cacique con suerte". Enrique Stieben también lo relaciona con "cabeza", pero a "may" lo menciona como "ratificación", "afirmación". Estanislao Zeballos, en "La conquista de 15.000 leguas", toma a "may" como "mary", equivalente a "diez", y traduce "diez cabezas". Asimismo más de una fuente asocia a Lonquimay con el valle chileno de ese nombre. Lonquimay es en La Pampa el segundo pueblo de la línea férrea que antes pasa por Catriló y después por La Gloria, Uriburu, Anguil, Santa Rosa y llega a Toay. Paralelamente se extiende la ruta nacional N° 5. Los rieles se concluyeron en 1897, año en que el tren se detenía entre Catriló y Uriburu para proveerse de agua, en un tanque situado a una legua y media del lugar donde ocho años más tarde se fundaría Lonquimay. Por ello, la estación iba a Ilamarse El Tanque, pero a raíz de la mayor calidad del agua del sitio actual, fue reemplazada por el edificio nuevo, habilitado en 1905 con el nombre de Lonquimay. La estación se sitúa a unos 150 metros sobre el nivel del mar y comenzó su funcionamiento con jefe, ayudante y cambista. Al principio, el convoy no se adaptaba al combustible usado, carbón de piedra y leña de caldén, por lo que fue objeto de algunas reformas. También se recuerda el servicio mixto (pasajeros y carga) y como dato llamativo, que en esas máquinas se trasladaban potrillos del Haras Lonquimay, de Francisco Vilacoba, para que corrieran en Palermo.

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